El de ovario es el cáncer que más muertes causa entre la población femenina. Esto tiene que ver con que las pacientes suelen ser diagnosticadas cuando la enfermedad se encuentra muy avanzada y es más difícil poder tratar. La dificultad para detectarlo tempranamente se relaciona a que muchas veces se cree que la mujer está atravesando otras enfemerdades menos graves.

Esta enfermedad presenta síntomas poco específicos, por eso muchas veces se lo llama el “cáncer silencioso”. Los más frecuentes son el abdomen inflamado, necesidad permanente de orinar, estreñimiento o diarrea, sensación de plenitud continua o falta de apetito. Algunos especialistas indican que cuando las señales empiezan a ser más persistentes, hay que encender el alerta.

Si bien se desconocen las causas que lo desencadenan, se logró detectar que existen factores como los hormonales y reproductivos que podrían favorecer su aparición. La historia familiar, la predisposición genética, la obesidad y la edad avanzada podrían ser otros de los desencadenantes.

¿Se puede prevenir?

Al no conocerse cuál es la causa, es muy difícil determinar medidas preventivas, pero sí existen formas de reducir los riesgos, como por ejemplo las píldoras anticonceptivas. Sin embargo, no se debe tomar ninguna decisión sin consultar antes con un médico ginecólogo.

Con respecto al tratamiento, lo más común es la combinación de la cirugía para extirpar el tejido canceroso y la quimioterapia, para reducir el tamaño del tumor o eliminarlo.

Desde la Cámara de Empresas de Internación Domiciliaria de la Provincia de Buenos Aires (CAMEID) sabemos lo importante que es contar con información que nos permita reconocer que algo está afectando nuestra salud. También es fundamental que los profesionales puedan detectar de manera precoz qué tipo de enfermedad es, para poder realizar un tratamiento adecuado. Como siempre, recomendamos prestar mucha atención a las señales que nos da el cuerpo y ante la primera alerta, acudir a un médico.