Diciembre es un mes de festejos, salidas, encuentros con amigos y tantas otras actividades que suelen estar acompañadas de comida y bebida. Esto, sumado al estrés de los últimos días del año puede resultar en un combo dañino para la salud. ¿Es posible celebrar sin excesos?

La primera reacción seguro es que no, que no podemos mantener una alimentación saludable en esta época. Sin embargo, si lo pensamos un poco mejor, hay muchas cosas que se pueden hacer. La clave, sin dudas, está en la organización.

Como profesionales de la salud, quienes integramos la Cámara de Empresas de Internación Domiciliaria de la Provincia de Buenos Aires (CAMEID) sostenemos que la prevención es siempre la mejor herramienta para una vida más saludable. La época festiva no es la excepción.

En ese sentido, tenemos algunas recomendaciones. Principalmente, se debe planificar el menú. Lo ideal es incluir muchas verduras, carnes magras, alimentos naturales (y menos ultra procesados y calóricos). También es bueno incorporar frutas, puede ser de postre o en jugos. Y, sobre todo, recordar que diciembre es un mes de temperaturas muy altas y que lo mejor son las comidas frescas.

Otro tema a tener en cuenta es el alcohol. Se trata de una época de mucha actividad social que siempre invita al brindis. Lo más saludable es reducir su consumo lo máximo posible.

Por otro lado, no debemos saltearnos ninguna comida para no llegar con hambre a la cena y poder moderar las porciones.

Lo cierto es que si mantenemos una dieta saludable durante el resto del año y realizamos una rutina de ejercicios, por pequeña que sea, el impacto de los días de fiesta va a ser mucho más leve.

En CAMEID estamos convencidos que combinar prevención, equilibrio y alimentación a conciencia, es la fórmula para pasar buenos festejos sin caer en los excesos y, ante todo, proteger nuestra salud.