Las patologías definidas como crónicas o no transmisibles son aquellas que se producen generalmente de manera progresiva y que son de larga duración, aunque no hay consenso sobre la media de tiempo que tiene que pasar para que una enfermedad pertenezca a esta categoría.
Este tipo de patologías no distingue entre edades, es decir que puede ser padecida por personas de cualquier franja etaria. Sin embargo, la experiencia refleja que el riesgo de contraer una enfermedad crónica se incrementa con el correr de los años. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que si bien se suelen asociar a los grupos de la tercera edad, los datos muestran que 15 millones de todas las muertes atribuidas a enfermedades crónicas se producen entre los 30 y los 69 años de edad.
Clasificación de enfermedades
Desde el organismo internacional indican además que las enfermedades crónicas más comunes entre individuos de edad avanzada se pueden reunir en cuatro grupos:
- Enfermedades cardiovasculares (como los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares)
- Cáncer
- Enfermedades respiratorias crónicas (como la neumopatía obstructiva crónica o el asma)
- Diabetes
Asimismo, la OMS alerta sobre el hecho de que este tipo de enfermedades representan la causa de defunción más importante en el mundo, ya que son más del 60 por ciento del total de muertes anuales.
Dentro de los pacientes que atendemos en internación domiciliaria, un número importante son personas que atraviesan algún tipo de estas patologías. En ese sentido, desde la Cámara de Empresas de Internación Domiciliaria de la Provincia de Buenos Aires (CAMEID) nos preocupamos porque los profesionales que integran cada equipo de trabajo estén capacitados para atender la particularidad que pueda presentar cada paciente.
¿Se pueden prevenir las enfermedades crónicas?
Estas patologías suelen vincularse a la genética. Sin embargo, en la mayoría de los casos depende de los hábitos de las personas. En ese sentido, sostenemos que la mejor manera de cuidarse es adoptando estilos de vida saludable, que se inician por la alimentación y la actividad física, ya que el sedentarismo es uno de los principales enemigos para la salud. También recomendamos eliminar el consumo de tabaco y reducir al mínimo el de alcohol. No obstante, más allá de las acciones personales que se puedan tomar, es fundamental que los Estados acompañen a través de campañas y políticas públicas de sanidad.
Como profesionales de la salud, quienes integramos la CAMEID hacemos hincapié en que la mejor manera de tratar una enfermedad es teniendo información y conocer las alertas para acudir a un médico en caso de presentar alguna señal. Y, sobre todo, insistimos en la importancia de cuidarse. Esto, sin dudas, no sólo ayudará a prevenir enfermedades sino que es la manera para tener una mejor calidad de vida.